Maduro endurece el rostro dictatorial de su régimen reorganizando la cúpula militar

Liborio Guarulla
Nicolás Maduro. (Foto: AFP)
Agustín de Grado
  • Agustín de Grado
  • Madrid
  • Subdirector y responsable del Área Política en OKDIARIO. Antes jefe de área en ABC, subdirector en La Razón y director de Informativos en Telemadrid.

El caudillo chavista de Venezuela, Nicolás Maduro, no está dispuesto a ceder en la intención de imponer su proyecto político de refundación constitucional doblando el pulso a la Asamblea elegida por los venezolanos para extirpar cualquier resquicio de democracia liberal que quedara en la Constitución de 1999. Los cambios en la cúpula militar anunciados esta semana ha sido interpretados como un movimiento estratégico para redoblar la represión, que ya se ha cobrado la vida de 75 venezolanos en las protestas que desde hace tres meses se extienden por Caracas y el resto de las grandes ciudades de Venezuela.

Son cambios que conducirán a un mayor deterioro de los derechos humanos en Venezuela, comentó desde Washington Herbert García Plaza, exministro de Maduro y general retirado, al Nuevo Herald. “Con los nuevo nombramiento, Maduro, con su vicepresidente (Tareck El Aissami) y el ministro de Relaciones Interiores (Néstor Reverol) han conformado una fuerza militar, policial y de persecución más numerosa y fuerte”. Y es que la reorganización el mando militar bien acompañado de un incremento de 20.000 efectivos de la Guardia Nacional y de la Policía Nacional Bolivariana.

Maduro busca militares leales

Según el general retirado, los cambios en la cúpula militar indican que Nicolás Maduro “no confía en la lealtad de los otros componente de las Fuerzas Armadas de cara al proceso de la Constituyente que pretende llevar a cabo el 30 de julio”.

El general Vladimir Padrino López, hasta ahora al frente del organismo que se encarga del comando estratégico de las Fuerzas Armadas ha quedado relegado a funciones administrativas. Además, Maduro cesó a los comandantes de la Guardia Nacional Bolivariana, el Ejército y la Armada.

Los expertos consultados por Miami Herald consideran que estos cambios acentúan el carácter militar del régimen chavista. “La Fuerza Armada es parte del problema […] son partes del gobierno. Hay que dejar de verlos como si fuesen un tercer sector, una parte imparcial que eventualmente va a jugar un rol para restablecer la democracia, porque hasta ahora lo que han demostrado es que son partes y dolientes en este proceso. El nuevo alto mando está comprometido con la represión”, comentó Diego Moya, analista de IHS Country Risk.

“Hay una expectativa de que la Fuerza Armada va eventualmente a intervenir, y que de alguna manera va a restablecer el orden constitucional. Y la verdad es que este es un gobierno militar, y el problema es que son los militares quienes tienen secuestrada la democracia”, explicó.

Hay analistas que van más lejos en su interpretación de la realidad venezolana. Es el caso de Esteban Gerbasi. “En vez de decir que Nicolás Maduro nombró o ratificó militares, es más apropiado decir que los militares, junto a Raúl Castro, fueron los que ratificaron a Maduro”, asegura.

Liquidar la Constitución

Sea lo que fuere, el próximo 30 de julio Venezuela se juega su futuro con la elección de la Asamblea Constituyente. «El Estado se funda o refunda con una Constitución. La ley de leyes puede ser la expresión de la soberanía popular o el instrumento del grupo dominante. La de 1999 incluía elementos contradictorios, como la separación de poderes o ese artículo 350 que admite la rebelión cuando el gobierno vulnera los principios democráticos. Todo esto es muy peligroso para Maduro. Para establecer un régimen realmente socialista el chavismo tiene que liquidar ese texto», ha escrito Carlos Alberto Montaner.

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